En el libro “Sapiens de animales a dioses” Yuval Noah Harari
nos dice que todo nuestro ser está organizado biológicamente a través de la evolución, a lo que se dio en llamar mitos compartidos. Estos provienen de la era arcaica de nuestra evolución, y su puesta en marcha esta realizada por cazadores-recolectores. Estos mitos son mas fuertes de lo que cualquera de nosotros se hubiese imaginado.
Es apasionante ver como un orden natural es un orden estable, y por ejemplo si uno deja de creer en la gravedad no hay ninguna probabilidad que esta deje de funcionar, todo lo contrario pasa en el orden imaginado se halla siempre en peligro de desmoronarse, ya que este último depende de mitos y los mitos se desvanecen cuando la gente deja de creer en ellos.
Pensemos que desde que nacemos se nos educa con el principio de este orden imaginado que se incorpora a cada una de las cosas cotidianas de la vida, y opera desde ese lugar muchas veces.
El orden imaginado está incrustado en el mundo material, aunque solo existe en nuestra mente, puede entretejerse en la realidad material que nos rodea, incluso grabarse en la piedra. Somos eso que nos hicieron creer que somos.
El orden imaginado modela nuestros deseos, muchos de nosostros creemos que son nuestros deseos sin embargo estan programados por el orden imaginado. Un ejemplo claro de Harari lo refiere a la industria del turismo, que dice que en realidad no vende pasajes ni hoteles, solo vende experiencias.
El orden imaginado tiene un fenomeno objetivo que existe con independencia de la conciencia y las creencias humanas, un fenomeno subjetivo que existe en función de la conciencia y la creencia de un único individuo, y un fenomeno intersubjetvo que existe en el seno de la red de comunicación que conecta la consciencia subjetiva de muchos individuos.
Muchos de los impulsores de la historia mas importantes son intersubjetivos, como por ejemplo, la ley, el dinero, dioses, la enfermedad, y las naciones.
En el tema de la enfermedad la cuestión se hace apasionante, ya que viene diseñada por la interacción de lo objetivo y lo intersubjetivo.
El trabajo del médico homeopáta es desactivar en cada paciente la creencia, el mito, y lo transgeneracional que sostiene su enfermedad. En este monumental trabajo se diseña el quehacer del médico homeópata.