Uno de los temas frecuentes de trabajo, que se presenta
en la clínica médica homeopática, es la soberbia. Vemos enquistada la misma, en la trama psíquica de nuestros pacientes, adosada a dolores profundos que le fueron infligidos durante la primera infancia por diversas situaciones y que surgen como elementos para desandar de su cuadro psicobiológico, para poder revertir temas muy graves de salud.
Cuando uno investiga este tema, se encuentra que el término “soberbio” proviene del latín “superbus” (el que está por encima, el altanero). Y “superbus” es un derivado de súper (adverbio, preposición y prefijo que significa “por encima”). De él derivan muchas palabras latinas, algunas de las cuales utilizamos aún, como superar, superior, insuperable o supremo. También se encuentra este elemento léxico en la gran cantidad de palabras prefijadas con súper (superviviente, etc.) o con sobre, que es la versión patrimonial del prefijo súper (sobreviviente, sobreseído, etc).
El concepto etimológico de la soberbia nos remite a encontrar dos elementos fusionados. Por un lado tenemos el por encima (altanería) y por el otro el lugar del súper (superviviente) y estas dos versiones pertenecen a una misma vida, de un mismo paciente en consulta. En el trabajo homeopático muchas veces observamos durante el tratamiento, que cuando se produce el retorno de síntomas antiguos y vemos que desaparece la soberbia, nos sorprendemos, ya que reaparece una falta de confianza u otras cosas que nos indican mucha vulnerabilidad en el paciente y que irán deshilachándose a medida que transcurra el tratamiento hasta que este pueda recuperar su verdadera identidad.
Hay otro punto en este sentido al cual quiero hacer referencia y es a la soberbia médica, que tanta queja social produce en la actualidad. Resulta necesario recordar el pedido que les hacia a los discípulos el maestro Dr. Tomás Pablo Paschero, dentro del trabajo de formación permanente del médico homeópata, ”para hacer esta tarea se requiere una profunda introspección de tipo personal, una profunda humildad y el cultivo de nuestra riqueza espirtual.”
De todos esto surge que la soberbia ocupa varios lugares en nuestra sociedad, el paciente, el médico, la gente.
Trascenderla es el verdadero desafío de la demanda de los tiempos presentes y venideros.