Desde hace unos días todo nuestro país se ve convulsionado y emocionado por la aparición con vida del nieto de Estela de Carlotto presidenta de la Agrupación Abuelas de Plaza de Mayo, luego de 36 años de la desaparición de su hija que estaba embarazada en el momento de su secuestro. La abuela tenía conocimiento de la historia del nacimiento de su nieto en cautiverio, y que seguramente los miembros de la dictadura entregaron en adopción. En 1996 Estela de Carlotto escribió la siguiente carta:
"Hoy cumples 18 años y quiero contarte cosas que no sabes y expresarte sentimientos que no conoces. Tus abuelos formamos parte de esa generación que asigna a cada fecha un valor especial y singular. El nacimiento de un nieto es una de esas fechas. El bautismo (o no), los primeros pasos, la comunión (o no), la caída del primer diente, el jardín de infantes, el delantal blanco y el pedido de: abuelita 'enséñame las tablas'. Son momentos que trascienden. Por eso esta fecha, en que cumples 18 años pasará a ser especial y singular como todas las otras que no pudimos vivirlas contigo. Porque te robaron de los brazos de tu mamá Laura a las pocas horas de nacer, en un hospital militar, esposada, custodiada, para luego furtiva y arteramente robarte para un destino incierto. Estarás creciendo en tus soñadores y bellos 18 años con otro nombre, Guido. No es tu papá y tu mamá los que festejen contigo el ingreso a la adultez, sino tus ladrones. Lo que no se imaginan es que en tu corazón y tu mente llevas, sin saberlo, todos los arrullos y canciones que Laura, en la soledad del cautiverio susurró para ti, cuando te movías en su vientre. Y despertaras un día sabiendo cuanto te quiso y te queremos todos. Y preguntarás un día '¿dónde puedo hallarlos?'.Y buscarás en el rostro de tu madre el parecido y descubrirás que te gusta la ópera, la música clásica o el jazz (que antigüedad) como a tus abuelos. Escucharás Sui Generis o Almendra, o Papo. Sintiéndolo en lo profundo de tu ser porque así lo sentía Laura. Despertarás querido nieto, algún día de esa pesadilla, y nacerás para tu liberación. Te estoy buscando. Te espero. Con mucho amor. Tu abuela Estela"
Quiero rescatar de este hecho trascendente en términos de lo público, lo que sirve para pensar, ¿qué se juega en los ordenes del amor?, y no de cualquier amor, sino el de una abuela buscando un nieto desaparecido sin mediar ni odio ni rencor. Creo que de la interacción de la memoria con el amor, surge la transmisión transgeneracional de mecanismos que dieron identidad a una persona (lo que Sheldrake llamó campos mórficos, quién sabe?), y aparece un nieto con gustos similares a los de sus padres y abuelos a pesar de haberse criado en un ámbito diferente al de su familia de origen, con gustos y cultura diferentes. Es muy factible que de la aparición de este nieto por la trascendencia social que tiene, posibilite muchos más encuentros de nietos desaparecidos.
Dice León Gieco en su canción denominada Memoria en una estrofa: Todo está escondido en la memoria, refugio de la vida y de la historia. La memoria estalla hasta vencer a los pueblos que la aplastan y no la dejan ser libre como el viento.
Mientras escribía estas letras y sentía que nuestra sociedad volvía a celebrar la vida con la aparición de la nieta 115 pensaba que todos somos parte de la memoria colectiva, y recordaba que León Gieco termina su canción diciendo: Que la memoria apunta hasta matar a los pueblos que la callan y no la dejan volar libre como el viento.