Depresión
A lo largo de los últimos años muchos son los autores que se han ocupado de este tema con diferentes ópticas, están los psicólogos que ubicaron el tema del lado de la psicología y propusieron para resolver este tema a la psicoterapia. Por otro lado aparecen los psicoanalistas con sus diferentes escuelas, y también sugirieron ubicar la depresión dentro del espacio psicoanalítico como la terapéutica de elección. Otra corriente que se ocupó del tema son los médicos psiquiatras que la llevaron al campo de lo biológico, y solo la trataron esta enfermedad con psicofármacos.
Existen otras nuevas perspectivas, que llevan el nombre de la Nueva Medicina Psicobiológica, que encaran esta problemática tomando nuevas variables de tiempo y espacio, y ven a este problema como una oportunidad que otorga la madre naturaleza esperando que surjan tiempos mejores, para que se comprenda daré este ejemplo.
La historia comienza con una paciente de 50 años de edad, que cursa con un síndrome menopáusico. Los últimos estudios interdiciplinarios asocian este padecimiento, con el del síndrome del nido vacío, en donde tiene que reubicarse la paciente, como mujer, ya que sus hijos crecieron, se fueron de su casa materna, y necesita rediseñar sus proyectos que durante años estuvieron avocados al hogar y a sus hijos que ya no están. En mi actual comprensión del tema creo que ni la caída brusca de la tasa de estrógenos, ni la disminución de la calcemia puede ser el origen de la depresión.
Esta nueva perspectiva permite obtener una nueva visión sobre lo que la ciencia considera depresión, y ubicar el tema dentro de una visión psicobiológica que le permite a la mujer prepararse para un tiempo, en donde se sienta mejor preparada para afrontar su presente y futuro, es como una especie de hibernación biológica, como se suele observar en ciertos animales, esperando tiempos mas propicios para su actividad.
Es bien cierto que si uno le administra estrógenos a la mujer en un corto periodo de tratamiento desaparece esa tristeza melancólica porque hay todo un reacomodamiento, la piel mejora y sobre todo la esfera emocional, pero no es menos cierto que esta buena señora, ya no se cuestiona el porque de esa menos-pausa.
La pausa que acompañó a esta mujer durante gran parte de su vida mes a mes aparece como un estigma, y los primeros tiempos de su climaterio le sirven a la mujer para poder pensar y pensarse en este nuevo lugar, posiblemente sea una creación inteligente de la madre naturaleza totalmente incomprendida por los médicos, para producir una reacomodación periódica, pausada y creativa de su vida.
En mi practica diaria suelo preguntar a los pacientes sea cual fuere el motivo de la consulta, con que se divierten y en algunos casos observo caras de asombros, sobre todo los pacientes que veo por primera vez, casi parecieran descolocados y a veces hasta tengo la sensación que como seres adultos ni siquiera se permiten que aparezca este interrogante por parte de ellos. El juego, la parte lúdica de una historia de vida parece no tener lugar ni espacio En muchos casos la depresión se puede observar detrás de una compulsión al trabajo en personas que inclusive en su trabajo diario se los nota como muy expeditivos, activos y escrupulosos.
Me gustaría cambiar el rumbo y no pensaran que la depresión es patrimonio de la mujer y para esto me voy a referir a una historia que fue francamente conmovedora al escucharla por la cantidad de ingredientes que tiene y de que manera estaban combinados hacen, de esta una historia muy ilustrativa y permiten ubicar un sufrimiento, ya que muchas veces el cuadro depresivo no viene solamente como lo describen los libros de psiquiatría clásico sino como en el caso que veremos a continuación con otros ingredientes.
Roberto es ingeniero tiene 50 años soltero y consulta en noviembre de 2001 por un cuadro de depresión, comienza su relato diciendo que le cuesta levantarse al despertar, todo lo hace en cámara lenta, es como si cada cosa que hago me quedara internamente pensando para solicitar un permiso para poder hacerla.
Es como si tuviera dice el paciente la necesidad de dar lastima, momento seguido le pregunto ¿cuando empezó con esta historia? y cuenta que a partir de la muerte de mis padres hace veinte años. Es partir de esos tiempos en donde no pude trabajar más, me quedé a vivir en la casa que era de mis padres y desde que ellos murieron no pude tocar ni siquiera la ropa de ellos, ni tirarla, mantengo la habitación de ellos y el resto de la casa como entonces.
Comenta Roberto, que también que está en tratamiento psiquiátrico y psicoterapéutico desde hace varios años, tomo varias medicaciones (anafranil, rivotril, etc) me esfuerzo para poder producir un cambio, pero hasta el momento no ha tenido resultados.
En la consulta prefiero no hablar y esperar el relato del paciente, pero en virtud que en este caso estaba dada por silencios prolongados, le pido al paciente que me hable de su relación con su afectos, y dice recién ahora luego de muchos años tengo una relación estable con una mujer y la característica que tiene en común es que a los dos nos cuesta tener una actitud productiva en el mundo, creo en el fondo que ambos padecemos de lo mismo somos personas grandes, tenemos muchos miedos y los dos padecemos de cuestiones obsesivas. Le pregunto y le pido que me amplíe un poco el tema, y me dice yo soy muy lento, cauteloso, me cuesta todo; cuando tengo que realizar cualquier cosa me obsesiono y pienso mucho en el tema y la mayoría de las veces no realizo nada, es como si una de las características mía sería tener pensamientos persistentes y recurrentes que casi me inmovilizan en mi quehacer diario, tengo también una baja tolerancia a la frustración.
En relación a temas generales me comenta que tiene trastornos digestivos desde hace muchos años, dispepsia, entre sus deseos alimenticios le gusta lo salado le pone mucha sal a la comida, me apetece la comida dulce fundamentalmente el chocolate, y soy de tomar muchos líquidos antes y durante la comida.
En ese momento decidí medicarlo con un medicamento que se llama Natrum Muriaticum en una dosis única de 10.000, le cuento que no lo ví mas hasta el 2006, casi 5 años mas tarde, lo encontraba mucho peor que en el 2001 con ingestión mayor cantidad y dosis de psicofármacos y la cosa parecía no haber cambiado mucho de aquella primera consulta. Decido retomar el caso y le pregunto si tuviera la posibilidad de por un día de dejar de ser persona que sería un animal, un vegetal o un mineral y momento seguido me contesta no lo dude un animal.
Luego de tomar los siguientes síntomas 1) Lento 2) movimiento lento 3) Cauteloso 4) Deseo de Sal 5) Deseo de chocolate, aparecen 4 remedios Calcarea, Anacardium, latrodectus Hasselti, y Veratrum Albun
Quiero destacar que no tomé el síntoma que tiene que ver con el trastorno por la muerte de un ser querido porque considero que la muerte de los padres de Roberto, lo ubica en una situación sin salida ya no estaba presente en esta consulta ni siquiera los nombró, con lo cual inferí que había cuestiones mucho mas profundas que se presentaban con antelación a este hecho traumático de la vida.
Con un nuevo abordaje que surge de la conjunción de dos metodos uno implementado por el Dr. San Karan y el segundo el método de la homeopatía Pura del Dr. Marcelo Candegabe, logré hacer un diagnóstico diferencial muchísimo más fino me permitió pensar a este paciente en la dimensión animal poder observar conductas como la de esconderse, y el ser cauteloso como lo hacen las arañas. Este enfoque me permitió elegir Lactrodectus Hasselti, que es un remedio que se prepara con la araña.
La idea de pensar al paciente y poderlo entender en alguna de las conductas de los diferentes reinos me permitió no dudar a la hora de elegir.
Al primer mes de tratamiento el cambio había sido notorio, refiere el paciente en la consulta que, está mas rápido activo, se levanta por la mañana a buscar trabajo, tengo mas confianza en mi, me concentro mejor y estoy menos obsesivo.
Luego de la tercer revisita dice Roberto Dr. ¿Qué me diste? Tengo la energía que no recuerdo cuanto tiempo lleva haberle perdido, estoy muy animado, activo, encontré trabajo desde hace un mes, he tirado los trastos y muebles que guardaba de mis padres, y he decido mudarme. Ya no necesito psicofármacos para dormir, ni para el día, he cambiado de psicoterapeuta el que tenía parece ser parte de un pasado olvidado, recuperé mi seguridad interior, mi lucidéz, en fin me siento como si hubiera rejuvenecido.
En esta apretada síntesis de la historia de Roberto observamos varias cosas, la primera es que hace 5 o 6 años atrás cuando lo vi por primera vez tenía los mismos datos fue necesario una apertura mental de mi parte, y animarme a utilizar remedios que consideramos pequeños para grandes transformaciones., y observar que una vez mas las dosis infinintesismales proveen una fuerza energética de tal magnitud que bien administradas y bien dosificados permiten al paciente la recuperación de su vitalidad pérdida.
Hasta la próxima!